La práctica de yoga para niños y adolescentes de 9 a 14 años está adaptada a la etapa de crecimiento, a los cambios en el cuerpo y al desarrollo emocional. La clase combina posturas de yoga, secuencias dinámicas, ejercicios de respiración y una breve relajación, presentados de una manera accesible y motivadora. La práctica ayuda al desarrollo de la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio, mejora la postura y la conciencia corporal, especialmente importante durante el periodo de crecimiento rápido. Las técnicas de respiración ayudan a afrontar el estrés, la tensión y las fluctuaciones emocionales, así como a una mejor concentración. La práctica regular de yoga fomenta la confianza, el autocontrol y la resiliencia. Fomenta una relación saludable con el cuerpo, mejora el enfoque y la autodisciplina y crea habilidades para la relajación y el equilibrio interior, útiles tanto en la escuela como en la vida diaria.