El Yoga interior con cuencos tibetanos cantantes toma su origen de las prácticas antiguas de los monjes tibetanos. Ellos utilizaban vibraciones curativas para crear un equilibrio interno y llevar la mente a un estado de silencio y calma. Se creía que el sonido de los cuencos purifica energías sutiles, ayuda a la conexión con la tierra, aporta armonía al cuerpo y al alma, y facilita la liberación de la tensión. Así, los monjes no buscaban solo relajación, sino una forma profunda de meditación y purificación energética, donde la persona siente el movimiento de la vibración como una meditación en movimiento dentro de sí misma.