El kung fu no es solo un arte marcial, sino un camino hacia la disciplina, el respeto y la confianza. Las clases se adaptan a la edad de los niños y combinan ejercicios lúdicos, técnicas de autoprotección y trabajo en equipo.
A través del entrenamiento, los niños desarrollan:
Fuerza y coordinación – mediante ejercicios de equilibrio, velocidad y resistencia.
Disciplina y concentración – aprenden a seguir instrucciones, a respetar al entrenador y a sus compañeros.
Confianza en sí mismos y autocontrol – dominan las habilidades para afrontar diversas situaciones.
Flexibilidad y movilidad – a través de ejercicios dinámicos y estiramientos.
Las clases se desarrollan en un ambiente divertido y motivador, con énfasis en la energía positiva y la seguridad. El objetivo es que los niños construyan un cuerpo sano y un carácter estable, mientras se divierten y aprenden.
Apto para niños de 5 a 12 años.